Inmigración ilegal

Marruecos asfixia a Sánchez: la llegada de inmigrantes se dispara un 700% tras su cesión en el Sáhara

Pateras Almería
Una patera llegando a aguas españolas.

Se acaba el mes de marzo y, con él, el Ministerio del Interior debe hacer balance de las entradas de ilegales en territorio español correspondientes a las últimas dos semanas del mes. El informe quincenal que emite el departamento de Fernando Grande-Marlaska reflejará un aumento del 700% de entradas en Canarias respecto a las dos primeras semanas de marzo: de 56 inmigrantes llegados a las costas canarias en patera se ha pasado a cerca de 400. Y todo pese a la cesión del Sáhara a Marruecos que el Gobierno de Pedro Sánchez confirmó con la carta enviada el 14 de marzo al Mohamed VI.

Aquella misiva, que supuestamente iba a reparar todos los problemas y enfrentamientos diplomáticos entre España y Marruecos e iba a marcar el inicio de una etapa de cierto esplendor en las relaciones bilaterales entre Madrid y Rabat, no ha tenido ni el más mínimo efecto en la lucha contra la inmigración ilegal.

Así lo atestiguan miembros del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que prestan servicio en Canarias. Desde esas paces entre España y Marruecos, filtradas convenientemente con Rabat, «no hemos visto mayor actividad de las patrullas marítimas por parte de Marruecos. No ha cambiado nada», explican.

Rabat sigue sin prestar atención a las rutas seguidas por las pateras, tal y como les ha revelado a los agentes españolas las transmisiones de radio y los registros geográficos de las patrullas marroquíes, que permiten analizar el desempeño de los vecinos en materia de inmigración. Cabe recordar que parte de las pateras tienen su origen en zonas del Sáhara Occidental y otras en puertos del norte de Mauritania como Nuadibú. Zonas de influencia para la gendarmería marroquí.

Se disparan

El hecho de que Rabat no haya actuado para frenar el flujo de pateras a Canarias, sumado a la llegada de una relativa calma meteorológica y mareas más propicias para las travesías, ha provocado que el cierre del mes vaya a reflejar un importante repunte en las llegadas de irregulares.

Los números con los que trabajan las fuerzas del orden, tal y como ha podido saber OKDIARIO, apuntan a cerca de 400 llegadas en la segunda quincena de marzo. En la primera apenas fueron 56.  Y todo a pesar de que en lo que va de 2022 las cifras ya superan ampliamente los registros de 2021: de los 2.580 inmigrantes que habían llegado hasta estas fechas el pasado año se ha pasado a los 5.552 actuales. Un 115% más.

La aspiración del Gobierno de Sánchez, con esa cesión histórica sobre el Sáhara, pasaba por conseguir una reducción drástica del fenómeno de la inmigración ilegal en las costas de Canarias, en Ceuta y en Melilla. En vista de los datos, no se está consiguiendo.

«Pánico y descontrol»

Por otra parte, como ha revelado OKDIARIO esta semana, los meses de abril y mayo del año pasado se convirtieron una auténtica pesadilla en los campamentos que el Gobierno tuvo que levantar en varias ubicaciones de las Islas Canarias para poder absorber un volumen de inmigrantes ilegales llegados a las Islas. Un número sólo comparable con la crisis de los cayucos de hace 15 años.

Ahora se conocen las primeras consecuencias de los terribles motines que se vivieron en algunos de estos centros y uno de ellos llega ya a juicio. Fiscalía pide 6 años de cárcel contra varios inmigrantes ilegales que sembraron el “pánico y el descontrol” en el centro de acogida de Las Raíces, en Tenerife, llenando sus instalaciones de sangre, obligando a que el personal se escondiera y haciendo necesaria la intervención de unidades antidisturbios.

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